La planificación de la guerra en un contexto evolutivo
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Resumen
En los momentos que se escribe este artículo, las tropas ucranianas se encuentran ejecutando una eficaz contraofensiva en los frentes de Kherson y Kharkiv, Corea del Norte dispara misiles balísticos sobre el espacio aéreo de Japón, chinos e indios mantienen una tensa calma a lo largo de la línea de control actual y el gobierno del presidente Biden difunde su Estrategia de Seguridad Nacional, con la consiguiente descripción del ambiente estratégico mundial y las implicancias para los intereses de los Estados Unidos de Norteamérica. Se podría inferir que el 2022 ha sido una vorágine de acontecimientos, eclipsados por la invasión Rusa y la fugaz cuarta crisis de Taiwán, pero la prudencia nos llama a reflexionar sobre cómo estos hechos podrían ser solo una manifestación más de un nuevo siglo sangriento (Gary, 2005) y como el fenómeno social que conocemos por guerra (Baquer, 2001) además de volver a posicionarse en nuestras vidas, podría estar presentando cambios gramaticales (Saunders, 2020) que incidan directamente en como las entidades políticas que la llevan a cabo, en función de sus intereses (Von Chrismar Escuti, 2010), se preparan para enfrentar este fenómeno existencial para su supervivencia.